En la primera reunión bilateral que UGT tuvo con el Consejero de Educación, recién aterrizado en su cargo, nuestro sindicato ya comunicó la necesidad de abordar el tema del calendario escolar cuanto antes con dos finalidades: en primer lugar, que se estableciera una profunda reflexión sobre los descansos establecidos y su incidencia en las distintas etapas educativas (Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato, etc.) y en las distintas enseñanzas (EOI, Conservatorio, Escuelas de Arte, etc.). Desde UGT creemos que había que establecer mejoras y limar aquellos aspectos que pudieran no estar teniendo los resultados en los datos académicos que se esperaban. En segundo lugar, que estuviera definido cuanto antes para que las familias pudieran conocer su estructura y poder así adecuar su calendario laboral con el escolar, favoreciendo la maltrecha conciliación familiar.

En la mesa de Función Pública, donde UGT Enseñanza tiene representación, se instó al Consejero de Presidencia, Don Rafael de la Sierra, a que se estableciera un diálogo eficaz entre las Consejerías de Trabajo y Educación para que el calendario escolar sirviera de punto de partida para elaborar los calendarios laborales del resto de las empresas en aras de la conciliación (noviembre parecía una fecha adecuada). Lamentamos que esta medida, que no suponía coste económico alguno, únicamente entendimiento y buena voluntad, no haya tenido efecto. Con esta propuesta queríamos hacer partícipe a la Administración de que la conciliación familiar no es responsabilidad única de la escuela y que deben de estar implicados todos los agentes sociales.

Desde UGT Cantabria hemos seguido insistiendo a lo largo de todo el primer trimestre del año y hemos de decir que vamos tarde en la negociación y muestra de ello es el registro que ya presentamos en Delegación del Gobierno el 8 de enero pidiendo la inminente negociación del mismo:

Registrado-petición-calendario-2018-2019

Recalcamos e insistimos en que UGT es un histórico defensor del calendario pedagógico ya que favorece los tiempos de enseñanza y aprendizaje de los alumnos, porque desde UGT recordamos que el verdadero motivo de peso para establecer un calendario de este tipo es precisamente el beneficio de nuestros alumnos.

Por otro lado, queremos recordar a la Administración que las negociaciones del calendario escolar pertenecen a la Junta de personal docente y que es en el seno de estas reuniones donde se evalúa y se toman acuerdos respecto a este calendario.

Finalmente, valoramos que se tengan en cuenta nuevas encuestas y recogidas de datos desde todos los agentes implicados en la comunidad educativa puesto que  ayudan a mejorar las consideraciones que sobre el calendario escolar se hagan. Dicho esto, entendemos que estos datos deberían de estar vinculados a elementos objetivos, cuantificables, es decir, datos empíricos y no meras aportaciones subjetivas. Además, recordamos que ya el Consejo Escolar de Cantabria hizo un trabajo ímprobo de análisis del calendario escolar y que los datos que arrojó sirvieron ya de antesala para negociar y establecer los tiempos y la estructura del mismo.