UGT, STEC y CCOO prevén una «Navidad caliente» en la enseñanza por la falta de diálogo del Ministerio de Educación.
Los tres sindicatos inician «medidas de presión» en Cantabria para recuperar el compromiso gubernamental de estabilidad de empleo.
Los sindicatos UGT, CCOO y STEC anunciaron hoy el inicio de una campaña de movilizaciones y de “acciones de presión de intensidad creciente” en los centros educativos públicos de Cantabria ante la falta de diálogo y de negociación del Ministerio de Educación con el compromiso del Gobierno español de aumentar la estabilidad en el empleo y reducir las altas tasas de interinidad (temporalidad), que en la enseñanza pública no universitaria de la región afecta a un 37% de los docentes.
UGT, CCOO y STEC instaron al consejero de Educación del Gobierno de Cantabria, Francisco Mañanes, a posicionarse a favor de las reclamaciones sindicales y a defenderlas en Madrid porque “no es admisible que se escude en las leyes presupuestarias del Estado para no poner soluciones a la elevada interinidad de los docentes en la región”.
Según precisó la responsable regional de Enseñanza Pública de UGT, Laura Guate, “por desgracia, no hay ninguna posibilidad de diálogo con el Ministerio de Educación, que se limita a adoptar una postura inflexible, dándonos largas e ignorando la posición mayoritaria de los sindicatos en un proceso de estabilización del empleo docente en el que los interinos aún no saben cuáles son las reglas del juego”.
Guate criticó que “todavía haya posibilidades de cambios en los temarios”, lo que contradice una de las principales reivindicaciones de UGT, CCOO y STEC, que el pasado 17 de octubre registraron en la Delegación del Gobierno en Cantabria sus principales propuestas para aplicar un sistema transitorio en las próximas ofertas públicas de empleo (OPE) para reducir la interinidad docente, entre ellas mantener los actuales temarios con los que vienen trabajando los opositores desde hace tiempo.
La responsable regional de Enseñanza Pública de UGT recordó que los sindicatos reclaman, entre otras cuestiones, que no se cambien ni se amplíen los temarios de las oposiciones, que las distintas pruebas y exámenes no sean eliminatorios y aumentar la ponderación de la fase del concurso (en el que se valora además de la capacidad del aspirante su experiencia profesional y su formación) al de la oposición, elevando la importancia de la antigüedad.
“Todo nos lo niega ahora el Ministerio de Educación, que incluso alega problemas jurídicos en algunas de nuestras reivindicaciones, como en la de que las pruebas no sean eliminatorias, cuando ya se ha aplicado en otras ocasiones (2007 y 2011) sin ningún tipo de inconveniente”, agregó Guate.
Efecto llamada o avalancha de opositores
Los tres sindicatos subrayaron también el problema que puede surgir con las ofertas de empleo público docente que se convoquen en diferentes comunidades autónomas si no existe coordinación entre ellas porque “puede generar en Cantabria una avalancha de opositores de otras autonomías que no podrá soportar la actual plantilla de recursos humanos de la Consejería de Educación”.
Además, UGT, CCOO y STEC exigen igualmente que los tribunales de las oposiciones “tengan una mayor capacidad para hacer su trabajo” y que para ello se establezca un ratio máximo de candidatos a la oposición por cada tribunal que estimaron en unos 50 por cada uno de ellos.