A raíz de las equivocadas interpretaciones que desde numerosos medios de comunicación se han hecho en estos últimos días sobre el borrador del calendario escolar de Cantabria, el sector de enseñanza de UGT Cantabria quiere puntualizar algunas cuestiones:
- Los días festivos nacionales son inamovibles, es decir, no dependen de las decisiones tomadas por la Junta de Personal Docente ni por la Consejería de Educación. Es por esta razón que los días festivos de Semana Santa permanecen intocables. Lo que se está negociando es dar estabilidad a un calendario pedagógico que no puede depender de las festividades nacionales, las cuales varían cada año. Por ello, vemos coherente que los periodos no lectivos coincidan realmente con periodos bimestrales y que haya un equilibrio de días lectivos entre estos periodos para no sobrecargar a los alumnos en alguno de estos bimestres.
- La jornada laboral de los docentes está fragmentada en diferentes categorías: jornada lectiva o de docencia directa con los alumnos y jornada no lectiva, que es aquella en la que los docentes se coordinan, planifican, evalúan, etc. aspectos del final de curso (junio) y del comienzo del curso siguiente (septiembre). Desde nuestro sindicato estaremos beligerantes ante cualquier modificación de la jornada laboral de los docentes en los meses de junio y septiembre. Las horas de trabajo que los profesionales de la educación desarrollan en los centros mientras los alumnos tienen reducida su jornada al comienzo y final del curso académico son aprovechadas para tareas imprescindibles que posibilitan, o bien poner en marcha un curso con todo lo que ello conlleva, o bien dejar cerrado todos los temas de final de curso. Esta cuestión ha sido denunciada por UGT ya en el primer trimestre del curso escolar debido a los rumores que nos llegaban sobre este asunto.
- Somos sensibles a los problemas de conciliación que los periodos no lectivos y el horario de junio y septiembre crea en las familias, pero consideramos que la escuela es el motor que lidera las tareas de conciliación y lo hace en solitario. Hemos estado demandando y seguiremos insistiendo en la necesidad de que sean otros organismos, instituciones, ayuntamientos, empresas, etc., los que recojan el testigo que, en estos periodos no lectivos, les dejamos y sean responsables, como miembros de la sociedad, de la maltrecha conciliación familiar.
- Finalmente, solicitamos la reducción de las cinco evaluaciones académicas a las tres tradicionales ya que se ha producido un incremento innecesario de prácticas de asimilación de los contenidos (tareas, exámenes, trabajos…) así como una desmedida carga burocrática para dar una información a las familias que nuestros docentes ya venían haciendo de forma presencial, telefónica o a través de Yedra en su práctica docente habitual.